Find the English translation below.
Mi amiga Teresa A., amiga también del Dr. Jeffrey Dickinson, logró contactarlo con representantes de la iglesia, y así surgió la oportunidad de dar una clase para la comunidad hispana.
La iglesia del Sagrado Corazón, con una historia de más de 100 años, se ubica en 3211 Sacred Heart Way NW, Washington, DC. Nos recibieron con los brazos abiertos, y nos comentaron que existe una gran demanda por educación financiera en la comunidad. Tras la experiencia de nuestra primera clase piloto, decidimos dividir el material entre tres instructores.
Soy mexicana y hablo español, por lo que no fue difícil encontrar otros voluntarios. Sin embargo, organizar la disponibilidad de los instructores fue un reto. Finalmente, definimos que la clase se realizaría en el auditorio de la iglesia el domingo 18 de agosto de 2024 a las 2:00 p.m.
Unos días antes del evento, distribuimos el material que se explicaría en la clase. Nos organizamos para que Eduardo, Dairys y yo, diéramos la clase en español. Eduardo es estudiante en American University, originario de Alaska y de padres mexicanos. Dairys, inmigrante salvadoreña y antigua residente de Guatemala, es una integrante muy querida de la comunidad del Sagrado Corazón.
Finalmente llegó el día. El Dr. Jeffrey Dickinson generosamente nos obsequió playeras blancas con el logo bordado de Dollar Scholars, lo que nos dio un aspecto profesional y nos hizo sentir como un solo equipo. Nos apoyamos para montar las sillas, conectar el proyector y ajustar el micrófono.
Los participantes llegaron poco a poco, algunos solos, otros acompañados. Comenzamos con la lección sobre ingresos y egresos.
Aunque el auditorio estaba en silencio al principio, la clase incluía actividades interactivas. Con el tiempo, las personas se sintieron cómodas para hacer preguntas conforme avanzábamos en el contenido.
Para la parte final, Dairys concluyó con varios ejemplos con los que el público pudo identificarse. Entre risas y consejos, terminamos con una sesión de preguntas y comentarios.
Los participantes expresaron su agradecimiento y entusiasmo por aprender más. Un hombre mencionó que planeaba regresar con su hijo para poder hablar de estos temas financieros en casa. La clase fue todo un éxito y aprendimos mucho de esta experiencia. Por ejemplo, intentamos recolectar comentarios con un cuestionario en papel con un código QR; sin embargo, de más de 50 participantes, solo recibimos dos respuestas. En una próxima ocasión, consideraremos recolectar las respuestas al finalizar la sesión.
Poder usar mi idioma para ayudar a otros en Estados Unidos es una experiencia muy gratificante. Sé que adaptarse a un nuevo país es difícil, y aprender a manejar un sistema financiero diferente es un reto aún mayor.
Class at the Church of the Sacred Heart
Translated by: Leslie Dickinson
My friend Teresa A., who is also friends with Dr. Jeffrey Dickinson, helped connect him with representatives from her church, creating an opportunity to offer a financial education class for the Hispanic community.
The Church of the Sacred Heart, with a history spanning over 100 years, is located at 3211 Sacred Heart Way NW, Washington, DC. They welcomed us warmly, noting the high demand for financial education in their community. After our initial pilot class, we decided to divide the content among three instructors.
Being Mexican and fluent in Spanish, finding other volunteers wasn’t difficult for me. However, coordinating our schedules was a bit challenging. We eventually set the class date for Sunday, August 18, 2024, at 2 p.m., to be held in the church auditorium.
A few days before the event, we distributed the materials to be covered. We organized ourselves so that Eduardo, Dairys, and I would teach the class in Spanish. Eduardo is a student at American University, originally from Alaska, with Mexican parents. Dairys, a Salvadoran immigrant and former resident of Guatemala, is a beloved member of the Sacred Heart community.
The day finally arrived. Dr. Jeffrey Dickinson generously provided us with white Under Armour polo shirts embroidered with the Dollar Scholars logo, which gave us a professional, unified appearance. Together, we set up chairs, connected the projector, and adjusted the microphone.
Participants arrived gradually, some alone and others with companions. We started with a lesson on income and expenses.
Though the auditorium was silent at first, the class included interactive activities that encouraged participation. As the session progressed, people grew more comfortable asking questions.
In the final section, Dairys wrapped up with several relatable examples. With laughter and shared advice, we concluded with a Q&A session.
Participants expressed gratitude and eagerness to learn more. One man mentioned that he planned to return with his son to begin discussing these financial topics at home. The class was a success, and we learned a lot from the experience. For example, we tried to collect feedback using a QR code on paper, but of over 50 attendees, we received only two responses. Next time, we plan to collect responses in person at the end of the session.
Helping others by using my native language here in the United States has been a rewarding experience. I know firsthand how challenging it can be to adapt to a new country, and navigating a different financial system is an even greater challenge.